Un viaje a Marruecos no puede dejar de incluir Marrakech, la ciudad que, a pesar de no ser la capital, atrae al mayor número de visitantes.
El corazón de la ciudad está encerrado dentro de las murallas de la MEDINA, donde te espera una intrincada red de callejones y mercados variados donde podrás regatear hasta caer, suntuosos palacios y tumbas de sultanes, mezquitas finamente decoradas. El nervio central de la ciudad es la vasta plaza DJEMAA EL FNA, un lugar único animado por artistas callejeros, vendedores, encantadores de serpientes y músicos bereberes.
Cuando el bullicio de la Medina es ensordecedor, busca un poco de paz en uno de los jardines de Marrakech, comenzando por el magnífico Jardín Majorelle.
Qué ver en Marrakech?
Marrakech es una ciudad sorprendentemente rica llena de cosas por ver: podrías llenar toda una semana o más visitando museos y galerías de arte, jardines famosos y otros escondidos en rincones inesperados de la ciudad, mezquitas, palacios, calles y plazas características.
5 ATRACCIONES EN MARRAKECH
PLAZA JEMAA EL FNA
La atracción principal en Marrakech es Jemaa el-Fna, la plaza principal de la ciudad: palpitante de vida a todas horas, bulle con comerciantes, músicos, artistas callejeros, malabaristas, encantadores de serpientes y turistas que acuden en tropel. Animada de día y sugestiva por la noche. Es el lugar perfecto para degustar la comida callejera marroquí y asistir a espectáculos al aire libre que te transportarán a un Marruecos de antaño.
PALACIO BAHÍA
Bahía significa hermoso, pero este palacio en la ciudad merece un nombre que enfatice su grandeza de manera más contundente. Para su construcción, el gran visir Si MUSSA no escatimó gastos y empleó a los mejores artesanos del país durante 14 años: el resultado es un edificio suntuoso con más de 150 habitaciones ricamente decoradas. Solo podrás ver algunas de ellas, pero serán suficientes para dejarte sin palabras con asombro, encantado por los techos incrustados o pintados, el mármol blanco de Carrara, los mosaicos amarillos y azules, las sedas preciosas, el vidrio de colores y otras riquezas de este palacio.
LAS TUMBAS DE LOS SAADITAS
Más opulencia y lujo: esta vez, sin embargo, no se trata de un palacio, sino de un complejo funerario: las suntuosas Tumbas de los Saaditas fueron construidas a instancias del príncipe saadita AHMED Al-MANSOUR, que vivió a finales del siglo dieciséis y principios del diecisiete. Estas magníficas tumbas fueron descubiertas solo en 1917, un tesoro aún poco conocido, al que se puede acceder a través de un estrecho pasadizo de la mezquita de KASBAH moulay el yazid.
JARDINES MAJORELLE
La verdadera oásis de Marrakech es el Jardín Majorelle, el más famoso y el más hermoso de los muchos parques y jardines de la ciudad. Lejos del bullicio de la medina, esta famosa villa de azul eléctrico fue propiedad del paisajista Jacques Majorelle, posteriormente adquirida y restaurada por el diseñador de moda francés Yves Saint Laurent en 1964. Dentro del jardín se encuentra la sede del MUSEO BEREBER, que puedes visitar para conocer las antiguas tradiciones artesanales de Marruecos, mientras que cerca del jardín hay un MUSEO dedicado a Yves Saint Laurent.
MEZQUITA KOUTOUBIA
Desafortunadamente, la Mezquita Koutoubia, como casi todas las mezquitas en Marruecos, no está abierta a los no musulmanes. Sin embargo, sería una pena dejar Marrakech sin tomarte el tiempo para admirar esta maravilla arquitectónica desde afuera. Observa de cerca las intrincadas y elegantes decoraciones del minarete, la torre construida en el siglo once inspirada en la Giralda de Sevilla: el ojo se perderá soñadoramente entre los elementos decorativos armónicos, las dovelas, los merlones de piedra expuesta.